MILEI, EL MOISES QUE SE QUEDÓ SIN LAS TABLAS DE LA LEY
En estos cinco meses de gestión el actual presidente, Javier Milei, intentó redireccionar el debate público en torno a verdades metafísicas; llevó a una gran porción de la sociedad a discutir verdades y no derechos.
(Por el Lic. Diego Ramos) Los fariseos, aquel partido religioso conservador del judaísmo que aparece en el evangelio manteniendo acaloradas discusiones con Jesús, eran originados por las visiones, las preocupaciones y las miradas totalmente opuestas; es que el compromiso de más humanidad y mayor fraternidad por los más desprotegidos y despreciados del sistema era la causa de Jesús.
Desde una teología sistemática, nada inocente, el primado Jorge García Cuerva hizo referencia al sentimiento de Jesús al señalar que tiene una mirada de indignación y de enojo con aquellos fariseos de corazones duros que no se conmueven, en una clara alusión a la crisis social económica que atraviesa gran parte de la sociedad argentina por “las manos paralizadas” que hoy tienen la responsabilidad en la conducción del destino de la nación.
Sin pacto de mayo, sin consenso político y después de un gran Show en el Luna Park, Milei no solo baja del monte Sinaí sin las tablas de la ley, sino que su pretendido relato religioso-teológico en cuanto a pedir el sacrifico del pueblo y esperar estoicamente la tierra prometida, veía desmoronarse en el Te Deum: “…su postergación, en nombre de un futuro prometedor, generarían consecuencias nefastas por irreversibles en la vida de las personas” deslizó Jorge García Cuerva ante la mirada atónita del primer mandatario.
En estos cinco meses de gestión el actual presidente intentó redireccionar el debate público en torno a verdades metafísicas; llevó a una gran porción de la sociedad a discutir verdades y no derechos. Salió del campo de la política y entró en el campo de lo religioso. Seguramente hoy estará como un penitente, ya que el primado argentino vuelve a recordarle a toda la dirigencia política que la materialidad de la vida está amenazada por la “malnutrición en la primera infancia, la falta de escolarización y accesibilidad a los servicios de salud y los ancianos y jubilados incapaces de sostenerse diariamente con un mínimo de dignidad”, ejemplos impostergables que solo encontrarán respuestas en la decisión programática de la acción política.
No dejó pasar García Cuerva las manos manchadas por la corrupción política, un tema y un debate acalorado en la sociedad argentina y postergada en la mayoría de los políticos que ocupan cargos públicos. Convocó a una “alianza social para la esperanza, inclusiva y no ideológica”, siendo necesario entender que el protagonista tendrá que ser del mundo político y social, de quienes creen que la libertad de las personas es inseparable de un horizonte de igualdad y defensa de la soberanía nacional.